Está sita frente a la Punta do Embarcadoiro, a unos 500 m de la costa. Presenta forma de trapecio irregular con una extensión de 26 ha y una altitud máxima de 82 m, donde se encuentra el faro.
La parte del Norte al Noroeste es escarpada y la del Sur, baja; al Este se encuentra la Punta de San Antonio, con pequeños islotes, luego unas entradas al mar; al Nornoroeste el islote de Cabaliño, que, en marea baja, está unido a la Coelleira; siguen los islotes de Percebosa o Percebellosa; al oeste, los islotes de Carabelas y al Sur se encuentra la punta de Cruz de Liñeira. Se puede atracar a la isla por el Portiño, sito al Sudoeste, y por Liñeiro, que se encuentra al Este.
Entre la fauna que la puebla, además de los coellos que le dieron nombre, hay que destacar el gran interés ornitológico de la isla; ya que en ella se sitúa una de las escasas colonias de pardela cenicienta (Calonectris diomedea) nidificantes en Galicia, así como docenas de parejas de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y también tres de cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis).
También es zona de paso de decenas de miles de aves migratorias que desde Islandia, Groenlandia y el norte de Europa vuelan hacia África, siendo el alcatraz atlántico (Morus bassanus), el cardenal común (Melanitta nigra) y la pardela pichoneta (Puffinus puffinus) las especies más numerosas, aunque también se detectan números altos de los págalos, charranes, gaviotas, limícolas, álcidos y otras aves acuáticas, incluyendo la amenazada pardela balear (Puffinus mauretanicus).
Dicen que la isla tuvo excelentes condiciones para la agricultura y hay gente que recuerda el excelente trigo que se cultivaba hasta hace poco y la excepcional blancura de su harina. Entre la interesante flora hay que destacar como curiosidad a denominada «hierba de la fertilidad» que dicen crece en la misma.
Esta fue tierra habitada y cultivable, donde vivían el farero y algunas familias de agricultores. La isla quedó deshabitada desde que la abandonó el último farero hace no muchos años.